Las manifestaciones sonoras de las aves, son utilizadas por éstas con distintas finalidades: para comunicarse durante sus migraciones, para el cortejo, dar la voz de alarma, marcar su territorio, establecer contacto con algún miembro de su especie, reclamar el alimento desde el nido… Como se ve, un amplio despliegue de posibilidades.
Aquí nos vamos a detener, para incluir algunas apreciaciones, en el canto de cortejo de algunas aves forestales.
Aquí nos vamos a detener, para incluir algunas apreciaciones, en el canto de cortejo de algunas aves forestales.
En tiempos remotos, las aves vivían en ambientes boscoso-selváticos. Concretamente en la Península, es conocida la frase del geógrafo griego Estrabón, donde afirmaba que hubo un tiempo en el que una ardilla podía trasladarse de Gibraltar a los Pirineos sin pisar el suelo.
Aunque a los expertos en la materia les parece excesiva o directamente falsa esa afirmación, lo que si parece cierto es que en la antigüedad, la hoy denominada Península Ibérica estaba poblada de amplias masas forestales.
Es lógico pensar que estos bosques primigenios densos y tupidos, suponían a su vez una traba para las especies de aves que vivían en ellos, en cuanto a la dificultad para verse, y por tanto, comunicarse. Se habrían ido adaptando a moverse entre sus espesos ramajes, pero tenían cierta dificultad para relacionarse.
Es muy probable que entonces, esa propia dificultad, hiciera que sus manifestaciones sonoras evolucionaran de forma más rápida por la propia necesidad. No parece casual, que entre las aves de canto más armonioso y sonoro, se encuentren precisamente las forestales, como Ruiseñor, Chochín, Zorzales, Mirlos, Jilgueros, Lúganos… Al fin y al cabo, son las que más lo necesitan para establecer comunicación con sus congéneres.
Estas y algunas otras consideraciones, me han ido surgiendo tras leer el artículo de Francesc Jutglar El canto de los pájaros.
A continuación, mostramos una pequeña selección de aves forestales en plena demostración de su poderío canoro, que han sido obtenidas durante esta primavera. La primera no tiene el canto más llamativo, pero si es una de las más escuchadas, al ser un ave muy extendida y cercana.
HERRERILLO COMÚN / PARUS CAERULEUS / AMILOTX URDINA
El segundo, el Chochín, es un ave chiquita y rechoncha, con un plumaje muy mimético, que se mueve en los setos espinosos de los claros de los bosques y en zonas muy tupidas de vegetación…
Antes de comenzar las estrofas, se recrea en los prolegómenos…..
Seguidamente reta a sus congéneres, con pose orgullosa de figura planetaria del bel canto …
Y, finalmente, se destapa con un canto melodioso y asombrosamente potente para su reducido tamaño…
CHOCHIN / TXEPETXA / TROGLODYTES TROGLODYTES
El tercero quizás sea una de las aves con canto más sobresaliente. Se trata del Ruiseñor común. Muy discreto en su plumaje, pero tremendamente lucido en sus expresiones sonoras.
Aunque hay dichos y creencias populares que lo enaltecen como cantor incansable en las noches primaverales, lo cierto es que canta tanto de noche como de día. Aunque es cierto que, es bien entrada la noche cuando es más audible y sobrecogedor su bello canto.
LUSCINIA MEGARHYNCHOS / URRETXINDORRA / RUISEÑOR COMÚN