CITRINELLA

Una vuelta por la campiña atlántica gipuzkoana en estos días, nos puede deparar la observación de diversas aves. La mayoría están completando su ciclo reproductor, con el que algunas ya han terminado. Al menos ha finalizado la cría de una primera puesta, porque algunas especies harán una segunda e incluso una tercera.

Una de estas aves es el Escribano cerillo, al que podemos ver con un trajín agotador alimentando a su prole. Durante estos recorridos aprovechará para descansar, postes prominentes, matorral de argoma, alambradas…

Aunque es una especie habitualmente residente, al menos en lo que yo he podido observar, puede que haga pequeñas migraciones parciales hacia los valles más benignos o hacia lugares cercanos pero algo más sureños. Lo digo porque no suelo ver efectivos en invierno en los lugares de cría, a donde suelen volver en los últimos días de abril o primeros de mayo.

Es ave montaraz, que suele evitar las áreas habitadas por el hombre y cría en la zona norte peninsular, desde Cataluña hasta Galicia.

En Gipuzkoa frecuenta laderas pronunciadas y  solariegas de nuestra campiña, setos, monte bajo, claros de zonas forestales, linderos…

 

EMBERIZA CITRINELLA / BERDANTZA HORIA/ ESCRIBANO CERILLO

Es un ave reconocible por sus tonalidades llamativas. En época de cría el macho es muy visible por su cabeza y partes inferiores de marcado amarillo limón, con listas ocres.

Las hembras son algo más apagadas y conservan en todas las estaciones el tono marronáceo oscuro en la parte superior de la cabeza.

Uno de los distintivos característicos de este pájaro es su obispillo castaño-rojizo con algún moteado, como se puede apreciar en la imagen.

Las dos últimas instantáneas están tomadas con técnica digiscoping. En la segunda, he tenido que apurar antes de que se moviera y su larga cola no ha entrado en el encuadre.

Aunque se alimenta de granos, semillas vegetales, insectos, bayas…, en estas fechas los progenitores están surtiendo a sus vástagos con deliciosas orugas, sumamente proteínicas. Si siguen con esta dedicación, la pollada no va a tener problemas para salir adelante.

Todas las imágenes se han obtenido en el Parque Natural de Pagoeta (Aia-Zarautz-Zestoa), donde no es difícil divisar ejemplares de la especie en alguna de sus laderas.