En los campos de labor situados alrededor de la zona inundada de arrozal, pudimos avistar algunas avecillas como la ubicua Tarabilla común. En este caso un jovenzuelo que exploraba nuevos territorios.
El Bisbita campestre, ave de espacios abiertos, es común todavía en esta época del año, aunque en breve comenzará su etapa migratoria.
Tiene aspecto de Lavandera, pero su plumaje de tono arenoso-crema lo diferencia fácilmente de aquella.…
BISBITA CAMPESTRE / LANDA TXIRTA / ANTHUS CAMPESTRIS
Tambíen se hizo notar esta Cogujada común en plena muda, que no mostraba recelo al acercarnos a ella.
En cuanto a rapaces, esperábamos ver más individuos de Aguilucho lagunero, ya que en ocasiones precedentes su número había sido notablemente superior. Fueron tres los efectivos localizados. Este descansaba a cierta distancia de los caminos.
Pudimos contemplar varias Aguilillas calzadas que sobrevolaban el entorno en sus vuelos de reconocimiento. Estas rapaces encuentran en las avecillas que pueblan el arrozal un elemento básico de sustento.
Me sigue llamando la atención el moteado de esta Calzada de morfo oscuro que patrullaba por encima de nosotros.
Tanto dentro del arrozal como en sus límites hay varias explotaciones ganaderas. Concretamente de bovino bravo de Casta Navarra, que es autóctono y originario de la zona sureste de Navarra.
Este ejemplar de capa colorada que mira con fijeza desde lo alto del cerro, tiene las características de un individuo de esta raza.
De raíz genética muy remota, por el medio en el que se desenvuelve, está mas que probada su rusticidad.
También hay alguna otra explotación de toros de lidia con sus correspondientes cabestros, que quizás se utilicen en festejos populares.
En una de las charcas-abrevadero dispuestas para estas reses, pude observar una serie de pajarillos menudos. Entre ellos, Lavandera común y unos Gorriones que me llamaron la atención: los de la imagen.
Parece claro que ambos están en plena muda. En el ejemplar macho de la izquierda se pueden apreciar varias características de Gorrión moruno, fundamentalmente la mejilla blancuzca y la estrecha ceja blanca. Pero el píleo no es castaño, sino marcadamente gris, como los Gorriones comunes.
Diría que se trata de un híbrido entre Gorrión moruno y Común, con muchos más rasgos morfológicos de Moruno.
El hecho de ver Morunos en Navarra, tiene cierta relevancia, porque junto con la Rioja, son las Comunidades límite hacia el norte, de su área de distribución en la Península.
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El hecho de ver Morunos en Navarra, tiene cierta relevancia, porque junto con la Rioja, son las Comunidades límite hacia el norte, de su área de distribución en la Península.
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En cuanto al Gorrión de la derecha y después de analizar la imagen, creo que se trata de una hembra de Moruno.
No es fácil la diferenciación de las hembras de estas dos especies. Si me inclino por Moruno es por su pico potente y por su vientre claro (gris en el Común). Pero ya digo, con ciertas reservas.
GORRION HIBRIDO (MORUNO + COMÚN)
Hicimos además, un recorrido por los sotos del Ebro, en el término municipal del propio Arguedas. Paralelo al río discurre un camino carretero, que también es transitable para vehículos utilitarios y por allí discurrimos, a la vera del río.
En las ramas altas y secas de árboles de porte, pudimos observar algunas especies. Por ejemplo este señorial Milano negro que nos observa desde su quietud…
MILANO NEGRO / MILVUS MIGRANS / MIRU BELTZA
En el río, Garza real, Garceta común, varias Lavanderas, Mosquiteros, Oropéndola, algún Andarrios atravesando el cauce…
No lejos de la corriente, oímos las voces estridentes e inconfundibles de los Abejarucos. Esta zona de Navarra es típica de paso y parada para la especie.
Nos acercamos bajo la arboleda deshojada y pudimos contemplar su increíble plumaje, de vistosísimos colores.
ABEJARECO COMÚN / ERLA TXORIA / MEROPS APIASTER
Aparte de lo mencionado, también pudimos observar otras especies como Avefrías, una Abubilla, Verdecillo, Golondrinas, Aviones, Tórtola común y Turca, Collalba gris, Alondra, Gorrión chillón, y alguna más que seguramente olvido.
Para terminar esta crónica, incluyo una imagen de un Buitre leonado, rey y señor de las alturas, que controla y vigila desde el otero de la Bardena, el movimiento de todas sus criaturas…
Fue un placer recorrer este enclave tan particular, al que seguro volveré en alguna otra ocasión.
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