lunes, 11 de mayo de 2015

Tiempo de CARRICEROS

En estos primeros días del mes de mayo, los Carriceros comunes están en plena ebullición. Para escucharlos y tratar de observarlos, este último fin de semana, me he acercado por Jaizubía (Hondarribia-Fuenterrabía), dentro de las Marismas de Txingudi.
Este enclave, restaurado en el 2004, posee el carrizal más extenso del Territorio Histórico de Guipuzcoa, con una superficie de unas 25 ha.

En el recorrido realizado por la zona, localicé cinco territorios con Carriceros comunes declamando. Su canto, a veces melódico,  a veces vibrante y carraspeante, no pasa desapercibido. Otra cosa es visualizar al ave en la maraña de carrizos y bosquetes de sauces ribereños.


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ACROCEPHALUS SCIRPACEUS / LEZKARI ARRUNTA/ CARRICERO COMÚN

En una de las zonas, se situaban dos ejemplares bastante cercanos entre sí. Realizaban cortos vuelos de persecución de un lado para otro y, allí me quedé, esperando que alguno si hiciera visible.

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No salieron fuera del carrizal, pero si se situaron lo suficientemente cerca del borde, como para poder observarlos, y no sin alguna dificultad, obtener alguna imagen.
Al menos uno de los dos ejemplares portaba anilla metálica, como se puede ver claramente en la siguiente imagen. No conseguí leer todos los dígitos, pero, por los iniciales, Alfredo Herrero me traslada que pertenece a un proyecto de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Tiene que ser de campañas anteriores, ya que la de este año todavía no ha comenzado. 


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El Carricero común tiene el plumaje marrón-parduzco, con tonos algo rojizos en la zona inferior de la espalda. La garganta y partes inferiores son blanquecinas y posee un pico largo y fino, como otras especies de sílvidos similares.


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En el CVEA, Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, esta especie aparece como “ Especie rara”. En el Catálogo Nacional está considerada como “De interés especial”.
Especie muy discreta y poco sociable, ha sido un placer oír sus cánticos nupciales y seguir sus evoluciones, en un medio que es su hábitat natural: la espesura del carrizal.


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2 comentarios:

  1. Pues si que los son, Jose. No tienen un aspecto exterior destacable, pero poseen el atractivo de su ronroneo nupcial, de sus idas y venidas nerviosas y llenas de vida. Merece la pena fijarse en estas avecillas, difíciles de observar fuera de la época de celo..

    Un saludo
    Alfredo

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